PASTO Y FORRAJES GANADEROS

Ganaderos alimentos proteicos del tropico

BANCOS DE PROTEINA CIPAV COLOMBIA. GANADOS DE CEBA Y LECHEROS

Cipav y Fedegán EN COLOMBIA han trabajado, en los últimos siete meses, en el establecimiento de 90 hectáreas de Bancos Mixtos Forrajeros, BFM, en 20 regiones ganaderas y en la adaptación de protocolos para la siembra y manejo de plantas forrajeras en diferentes condiciones agroecológicas, como una estrategia para enfrentar el déficit de forrajes de calidad durante épocas críticas ya sea por sequía o por inundaciones.

Los resultados de este trabajo, que ha contado con aportes del Sena, van dirigidos a elevar la competitividad de pequeños ganaderos. Para su divulgación y transferencia se han llevado a cabo 16 días de campo, en 12 departamentos, en los que han participado mil 200 asistentes, quienes han encontrado en los BMF una solución a la crisis de alimentación y salud del ganado, que deja el Fenómeno de El Niño.

¿Qué son?
Los bancos mixtos forrajeros son cultivos intensivos de forrajes arbustivos (follajes ricos en proteínas, minerales y vitaminas) y herbáceos (caña de azúcar y pastos de corte, ricos en azúcares solubles y fibra), diseñados para maximizar la producción de hojas y de tallos, se pueden cortar, acarrear y suministrar a los animales durante todo el año.
Estas características los convierten en una excelente alternativa para mejorar la oferta alimenticia y el sostenimiento del ganado, además de que traen múltiples beneficios ambientales ligados a la protección del suelo, el reciclaje de nutrientes y la generación de sombra.
Hasta la fecha se han sembrado 39 predios de BMF en 28 municipios de 14 departamentos, de los cuales 21 están ubicados en clima caliente seco (53,5 has); 14 predios en clima caliente húmedo (28,8 has); dos en clima frío seco (cuatro has) y dos más en clima frío húmedo (cuatro has).

¿Cómo se hace un BMF?
Desde luego que para construir un banco mixto forrajero se debe tener en cuenta el tipo de suelo, el nivel freático, la fertilidad y clima (factores agroecológicos), junto con las preferencias de los productores ganaderos para seleccionar las especies forrajeras y los aspectos logísticos.
Como fuentes de proteína para el ganado se han sembrado un millón 157 mil 795 plantas propagadas por diferentes medios: botón de oro: 533 mil 270 estacas, matarratón, 169 mil 450 plántulas; leucaena, 269 mil plántulas; cratylia, 27 mil plántulas; ramio, 28 mil 500 rizomas; nacedero, 16 mil 500 estacas; morera, nueve mil 100 estacas; bore, tres mil 200 yemas; tilo, 81 mil estacas; yuca, 18 mil estacas; acacia mangium, mil 475 plántulas; y otros árboles (Aliso, guácimo, melina y otros), mil 300.
Como fuentes de energía se utilizaron caña de azúcar (62 toneladas de caña), pasto elefante, pasto imperial y pasto india o guinea - variedad mombasa.
Juan Armando Sinisterra, director del proyecto, señala que para garantizar el establecimiento de los bancos mixtos forrajeros se llevó a cabo una selección de sitios en cada finca con base en la cercanía a viviendas y corrales, protección adecuada con cercas, suelos bien drenados, proximidad a fuentes de agua, acceso a fuentes locales de materia orgánica (compost, estiércol de ganado, suelo de corrales ganaderos, gallinaza y otros), sombrío moderado y disponibilidad de personal para el cuidado de viveros.
El proyecto apoyado con entusiasmo por los diferentes Tecnigan en cada región, se realizó con la colaboración de tres empresas reforestadoras de reconocida trayectoria en la producción de árboles: como son Refocosta, Madeflex (Reforestadora San Sebastián) y El Semillero (Viveros en Cereté e Ibagué), quienes produjeron la mayor parte de leucaena y matarratón, mientras que CIPAV se encargó de la producción de los demás materiales forrajeros.
La implementación de BMF, propuestos en el Plan Estratégico de la Ganadería 2019, contribuye a elevar la eficiencia e incremento del hato ganadero y, a la vez, a reducir el área dedicada a la ganadería extensiva en diez millones de hectáreas como un aporte al mejoramiento del medio ambiente.
Es una reconversión ganadera sin precedentes, que solo será posible mediante la adopción masiva de todas las modalidades de agroforestería pecuaria, que incluye sistemas silvopastoriles variados, como son: cercas vivas, barreras rompevientos y bancos mixtos forrajeros en áreas estratégicas.

La prioridad en la política
Los colombianos hemos elegido un nuevo parlamento y nos preparamos para elegir presidente de la República.
Si bien sobre sus hombros recaen muchas tareas dentro de las cuales se deben definir prioridades, indiscutiblemente sus proyectos políticos deben girar en torno a la disminución de la pobreza y la recuperación económica y social del campo.
La recuperación del campo debe partir del reconocimiento inteligente de sus enormes potencialidades.
Las señales del mercado a nivel mundial en torno a la disminución del petróleo, la producción de biocombustibles, la reducción de la pobreza en China e India, y la saturación de la producción de carne en los países productores, son más que suficientes para medir las oportunidades de nuestro sector rural.
Los ganaderos de toda Colombia así lo hemos entendido y creemos que mancomunadamente podemos construir alianzas para ejecutar y consolidar una serie de proyectos productivos, en los que Fedegan viene trabajando con la exclusiva intención de mejorar el nivel de vida de los habitantes del sector rural, a partir de estrategias que logren convertir a los ganaderos en empresarios rurales para integrarse a la modernización.
Es el caso de los Banco de Forrajes Mixtos (BFM), mediante los cuales el ganadero tendrá la opción de disponer de alimentos para sus animales en épocas secas.
Los ganaderos estamos comprendiendo que la comida más barata es aquella que se produce en la propia finca.
Es hora de que sembremos maíz, sorgo y diferentes alternativas como la yuca. Si no hacemos eso, no vamos para ninguna parte.
La recuperación del campo es un excelente negocio frente a las señales que el mundo nos está mostrando con claridad incuestionable. No podemos ser inferiores a tan enorme compromiso. No le podemos fallar al futuro de Colombia.

jurídica
Secuestros aquí y allá
El Diario Universal de Caracas publicó, en febrero 6, un artículo del periodista Pedro E. Piñate, en que advierte que de no cesar el terror agrario en Venezuela, se agravará el secuestro. Afirma que en la primera década de los 2000, este delito se multiplicó de manera considerable en Venezuela y disminuyó sensiblemente en Colombia, no sin advertir que la frontera goza de extraña impunidad.
Piñate llama al lector venezolano a una obligada reflexión a partir de la publicación del libro Acabar con el Olvido, de la Fundación Colombia Ganadera – Fundagán, en donde se analiza la violencia contra los ganaderos colombianos y el entorno rural, para concluir, de la comparación de las situaciones que se registran en los dos países, que en Venezuela se agravará el secuestro, la extorsión y el asesinato de ganaderos, junto a las expropiaciones y el desplazamiento.

Sanción a distribuidores de fertilizantes
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), luego de comprobar que 50 distribuidores de productos fertilizantes vendían estos insumos a precios superiores a los establecidos en la metodología del Ministerio de Agricultura, los sancionó con multas por 400 millones de pesos. Gracias a medidas de este tipo, insumos como la urea, KCL (cloruro de potasio) y DAP (fosfato diamónico), volverán a ser utilizadas por los ganaderos para la fertilización de las praderas y de esta forma mejorar la producción de carne y leche.

Competitividad a la baja
Con base en la información de los consensos ganaderos, la Oficina de Investigaciones Económicas de Fedegán ha indicado que para 2009 el costo de producir un litro de leche en Colombia fue de US$0.36, y de US$0.94 para producir un kilogramo de carne.
El nivel de estos indicadores, que tasan la eficiencia y productividad, permite afirmar que la competitividad colombiana se aleja mucho del contexto suramericano.
Brasil registra costos de producción para leche entre US$0.2 y 0.4 por litro, y para carne entre 35 a 40 por ciento por debajo de los registrados en Colombia. Para el caso de Argentina, los costos de producción de leche están alrededor de 20 por ciento por debajo de los de Colombia.

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